Cuando hablamos de energía térmica nos referimos a aquella usada en procesos industriales que necesitan altas temperaturas, pero también a la necesaria para calefacción y refrigeración. Actualmente, la demanda de energía térmica constituye aproximadamente el 40% de la demanda de energía final en España, repartida aproximadamente a partes iguales entre la industria y la edificación (sector terciario y residencial).
Aunque se están produciendo avances en la descarbonización de la demanda térmica, el ritmo actual es inferior al necesario para alcanzar los compromisos adquiridos en la lucha contra el cambio climático.
Además, en el camino hacia la descarbonización, los diferentes sectores industriales se enfrentan a muchas barreras comunes que se deberían abordar de forma colectiva. Es por ello que surge la Alianza Q-Cero: su principal misión es acelerar la descarbonización de la demanda térmica.